una finca familiar
al sur de Beaujolais
El es el padre de Jean-Paul Brun quien originalmente poseía 4 hectáreas y traía sus uvas a una cooperativa. Tras abandonar este último, montó su propia finca agrícola mixta. Jean-Paul se hizo cargo de ella en 1979, transformándola en una finca exclusivamente vinícola. Ha elaborado vino allí más de 30 veces desde su instalación.
el Viñedo Terres Dorées hoy consta de 44 hectáreas de viñedos sobre suelo granítico, 30 de ellas en la región de la tierra dorada que rodea la finca. Entre ellas se encuentran 19 hectáreas de gamay, 8 de Chardonnay, 2 de Pinot noir y 1 de Roussanne. En cuanto a las 14 hectáreas restantes, se encuentran en las preciosas cosechas de Beaujolais: 5 hectáreas están plantadas en Fleurie, 4 en Moulin-à-Vent, 4 en Brouilly y 1 en Morgon. Los vinos resultantes tienen un carácter verdaderamente asertivo.
Jean-Paul Brun
enólogo meticuloso y apasionado
Un verdadero precursor, Jean-Paul Brun se encuentra entre los mejores viticultores de la región, trabajando concienzudamente sus variedades de uva Gamay y Chardonnay. Desde hace más de 20 años vinifica “al estilo borgoñón”, es decir, despalilla completamente sus bayas antes de prensarlas y vinificarlas mediante largas maceraciones. La vinificación tradicional del Beaujolais se realiza mediante maceración semicarbónica de racimos enteros. Esto le permite producir vinos fáciles de degustar y con buen potencial de envejecimiento. Como él mismo dice, “el encanto de un gran Beaujolais es que puedes vaciar una botella fácilmente sin darte cuenta”. Artista y experimentador, Jean-Paul sigue evolucionando su gama. De hecho, elabora nuevas añadas a partir de parcelas muy bien situadas, en las que tiene mucha confianza. Dota a sus vinos de una naturalidad asombrosa, transmitiendo las cualidades de los terroirs del Beaujolais en cada una de sus añadas. Su Beaujolais el anciano es bastante apreciable, al igual que su versión de gama alta Le Buissy.
Vinos naturales
usando métodos respetuosos
la reputación de Beaujolais Nouveau de Jean-Paul está bien establecido y casi eclipsa al resto de su gama. Este último, sin embargo, no es menos interesante, en particular el Moulin-à-Vent. Los métodos utilizados en Domaine des Terres Dorées promover el respeto por el medio ambiente, tomando prestadas incluso determinadas prácticas de la agricultura biológica. En particular, aran la tierra con arado, sustituyen los productos fitosanitarios por cobre y azufre y recogen sus cosechas manualmente en plena madurez. Optan por realizar una mínima intervención en la vid desde su primera yema hasta su recolección. Finalmente, la uva fermenta con levaduras de su propio terruño, para aumentar la autenticidad del vino. Al estilo natural, los vinos obtenidos presentan una excelente relación calidad/precio en cada añada.