La historia del Domaine Antoine Lienhardt
Sobre todo una historia familiar.
Ubicado al sur de la Costa de las noches a Comblanchien, el Domaine Lienhardt está hoy representado por el cuarto enólogo de la familia, Antonio Lienhardt. es Gustave Guyot a finales del siglo XIX quien inició este negocio familiar comprando el terreno. Posteriormente, su hijo Anselmo y su hermano George se hará cargo de la tierra. Mauricio Guyot, Único hijo de Anselme, tomará las riendas cuando su padre se jubile.
Mauricio Guyot Habiendo cesado toda actividad en 1992, no fue hasta 2011 que su nieto, Antoine, se hizo cargo de la finca tras haberse formado en diferentes regiones vitivinícolas como Chablis, Chambolle-Musigny o incluso en Sudáfrica.
Hoy, son Antoine y Héloïse Lienhardt quienes están a la cabeza de Dominio. Ambos apasionados por la gastronomía, la cultura del vino y, especialmente, los imperativos medioambientales, representan la nueva generación y elaboran vinos con un futuro más que prometedor.
La filosofía del Domaine Antoine Lienhardt
Naturaleza ante todo
Ambos preocupados por el cambio climático y la relación “agua-aire-suelo”, Antoine y Héloïse favorecer el cultivo orgánico. La especial atención prestada a la preservación de la vida del suelo y al respeto de los ciclos también ha impulsado la Domaine Antoine Lienhardt convertir aLa agricultura ecológica en 2019, junto con una práctica de biodinámica. En el cultivo de la vid no se utiliza ningún tratamiento sintético. Además, su enfoque también se encuentra en la intervención sin añadidos externos y sin tratamiento sistémico en la elaboración de los productos. La biodinámica también se utiliza como complemento en la elaboración de vinos, es decir que se respetan los ciclos lunares para el trabajo al aire libre y en bodega. Además, en 2020, Antoine y Héloïse sembraron por primera vez una cubierta vegetal de invierno compuesta por:
- trébol
- trigo
- guisantes
- rábano chino
La elaboración del vino del Domaine Antoine Lienhardt
Conocimientos respetuosos con el medio ambiente
en Dominio Antoine Lienhardt, cada racimo de uva se cosecha manualmente y cada vino se elabora a partir de cosechas enteras. En cuanto a la vinificación, se realiza en tinas de acero inoxidable, y el encubado se realiza durante un breve periodo. La trituración se realiza según el perfil de cada cuba. Todos los vinos se envejecen sin insumos y, en parte, se bajan por gravedad a la bodega de barricas. En cuanto a la otra parte de los vinos, se envejece en huevos de hormigón y tinajas de gres. Durante varios años, el Domaine Antoine Lienhardt realiza pruebas para reducir al máximo la cantidad de madera en sus vinos. Los huevos de hormigón parecen ser la mejor solución para que los vinos respeten y revelen mejor el terruño. Más precisamente, la forma ovoide del huevo de hormigón crea un movimiento circular permanente de las lías y, por tanto, favorece una menor intervención durante la elaboración del vino. Esta alternativa también aporta a los vinos cierta frescura y elegancia.