herencia familiar
El destino de un enólogo
Creado en 1920 por Claude Cuilleron, este viñedo es ante todo un historia familiar. Desde hace tres generaciones, la familia Cuilleron se preocupa por mantener y transmitir su pasión por el vino. Yves Cuilleron, nieto de Claude, finalmente se hizo cargo de la finca en 1987, reemplazando a su tío, Antoine Cuilleron. Aunque inicialmente no tenía intención de convertirse en viticultor, Yves siempre ha sido un apasionado de la gastronomía y la degustación. Realizó su servicio militar en Alsacia y tuvo la oportunidad de descubrir numerosas especialidades locales. Fue entonces cuando se enamoró del vino. Sus dos pasiones finalmente le devuelven a sus raíces y al viñedo familiar. Cuando su tío se jubila y sus padres buscan un sucesor, él no duda ni un segundo. En esta fecha, la finca cubre 3,5 hectáreas en Condrieu y San José.
Un campo en crecimiento
Transformaciones significativas
En 1992, Yves creó una nueva bodega en Verlieu y luego puso en marcha un amplio programa de ampliación y construcción. Entonces todo se replantea: los edificios de elaboración de vino, de crianza, de almacenamiento y también los destinados a la recepción. Al mismo tiempo, instaló una nueva sala de cubas y modificó las gamas de vinos para incluir localidades. Todas estas mejoras permiten la correcta aplicación de el método cuilleron. Para perfeccionar esto, la finca presta especial atención al equilibrio de los suelos. Cosecha manualmente, realizando la menor intervención posible y sin utilizar insecticidas. La fermentación se realiza con levaduras naturales y la crianza se realiza en madera. Aún quedan muchos proyectos por delante para la finca, como la replantación de variedades de uva antiguas para crear añadas nuevas y únicas. La empresa está creciendo pero sigue apegada a los principios tradicionales. A Cave Cuilleron todavía le espera un futuro brillante.
El método Cuilleron
Técnica combinada con pasión.
Yves Cuilleron, consciente de que la pasión por sí sola no produce vinos de calidad, siempre ha seguido cada una de las etapas de elaboración de sus vinos. Así, comprende mejor los procesos y domina cada uno de los aspectos técnicos. Los vinos producidos son 100% casero y las técnicas utilizadas no se parecen a ninguna otra: verdaderamente hechas a medida. Esta visión personal de la cultura requiere una mano de obra importante. Es esto lo que le permite ejercer un saber hacer diferenciador. A pesar de la diversidad de vinos producidos, el toque Cuilleron es reconocible. De hecho, todas estas técnicas permiten una armonía general en la gama de vinos. La bodega Cuilleron se diferencia así de las demás en este aspecto: técnicas vanguardistas basadas en la tradición y la sencillez. Para lograr un alto nivel de exigencia, Yves examina cada paso. Nada debe escapar a su atención, esta extraordinaria precisión es el precio de la calidad.