Taittinger, la historia de una leyenda
Una herencia familiar centenaria
La historia de la casa. Taittinger comenzó en 1734, cuando Jacques Fourneaux fundó una pequeña casa de comercio de vinos en Reims. Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XX que la familia Taittinger se asoció con esta casa. En 1932, Pierre Taittinger, político y gran amante del vino, compró la finca. Bajo su liderazgo, la casa Taittinger experimentó un crecimiento espectacular, convirtiéndose rápidamente en un actor importante en el Champagne.
Pierre Taittinger Fue uno de los primeros en comprender el potencial del Chardonnay para producir champagnes refinados y elegantes. Su trabajo pionero permitió que la casa se distinguiera de otras grandes casas de Champagne, centrando la producción en champagnes añejos y añadas de prestigio. Sus sucesores, Claude y François Taittinger, continuaron haciendo prosperar la empresa familiar manteniendo altos estándares de calidad, modernizando al mismo tiempo las instalaciones de producción y aumentando la notoriedad internacional de la marca.
Hoy en día, la casa está dirigida por Vitalie Taittinger, quien continúa perpetuando el legado familiar combinando tradición e innovación. la familia Taittinger sigue profundamente involucrado en todos los aspectos de la producción, asegurando que cada cosecha encarne la elegancia y la delicadeza por las que la casa es reconocida.
El terruño de Taittinger
Terroirs únicos para champagnes refinados y equilibrados
la casa Taittinger tiene uno de los viñedos más grandes de Champagne, con aproximadamente 288 hectáreas repartidas en las mejores parcelas de la región. El viñedo está plantado en gran parte con Chardonnay, que representa alrededor del 40% de las plantaciones, muy por encima de la media regional. Esta elección estratégica permite a Taittinger producir champagnes de gran frescura, marcados por aromas florales y una mineralidad distintiva.
las vides de Taittinger se encuentran sobre suelos calcáreos propios de la Champagne, que juegan un papel clave en la maduración y calidad de la uva. Estos suelos permiten una excelente retención de agua y favorecen el drenaje natural, ofreciendo así a las vides las condiciones ideales para producir uvas de alta calidad. Las parcelas principales se reparten entre los grands crus y premier crus de la región, en particular en la Montaña de Reims, la Côte des Blancs y el Valle de la Marne.
la denominación Champagne, de los cuales Taittinger forma parte, impone normas estrictas en materia de viticultura y elaboración de vino. Sin embargo, la casa va más allá de estos requisitos al adoptar prácticas agrícolas sostenibles. Desde hace varios años, Taittinger apuesta por una viticultura sostenible, limitando el uso de productos fitosanitarios y fomentando la biodiversidad. La vendimia se realiza íntegramente a mano, permitiendo una rigurosa selección de la uva para garantizar la mejor calidad posible.
El secreto de los grandes champagnes
Un arte dominado para los champagnes
Elaboración de vino en Taittinger Es un proceso minucioso que tiene como objetivo preservar la pureza de los aromas y la finura de las burbujas. La finca presta especial atención a cada etapa de la elaboración, desde la selección de la uva hasta el montaje de las añadas. Chardonnay, la variedad de uva emblemática de la casa, está en el corazón de la identidad de Taittinger. Aporta a los vinos una elegancia y frescura características, a la vez que ofrece un gran potencial de envejecimiento.
Champanes Taittinger se elaboran siguiendo el método tradicional del Champagne, que consiste en una segunda fermentación en botella, seguida de una larga crianza sobre lías. Este proceso ayuda a desarrollar aromas complejos y al mismo tiempo da a los vinos una textura sedosa y burbujas finas. Las añadas de la casa envejecen una media de tres a cinco años, mientras que las añadas de prestigio como la Comtes de Champagne se benefician de un envejecimiento prolongado, a menudo de más de diez años, para alcanzar una madurez óptima.
Montar es un arte Taittinger. El maestro bodeguero selecciona cuidadosamente vinos de diferentes añadas y variedades de uva para crear añadas equilibradas y armoniosas. El Brut Réserve, por ejemplo, es una mezcla de 40% Chardonnay, 35% Pinot Noir y 25% Pinot Meunier, que ofrece complejidad aromática sin dejar de ser accesible. En cuanto a los condes de Champagne, una cuvée 100% Chardonnay, encarna el estilo Taittinger en todo su esplendor, con notas de flores blancas, cítricos y una mineralidad vibrante.
Champanes Taittinger destacan por su precisión, frescura y finura. Son perfectos para momentos de celebración o para acompañar platos refinados. Cada botella refleja el terruño excepcional del Champagne, así como el conocimiento y la pasión de la familia Taittinger.
Compra uno champagne Taittinger, es regalarse un viaje al corazón de la excelencia de Champagne, donde tradición y modernidad se encuentran para crear vinos únicos e inolvidables.