La fascinante historia de Château del umbral
Una finca en el corazón de la historia provenzal
la historia de Château del umbral Comenzó mucho antes del siglo XV, cuando todavía era sólo una finca señorial. Transformada en el siglo XVII en residencia de placer por la familia michaelis, ricos comerciantes y miembros del parlamento de Provenza, el château ha sobrevivido a los tiempos conservando toda su presencia arquitectónica. Este edificio clásico, embellecido por una fachada ornamentada, un majestuoso patio principal y magníficos jardines franceses, es testigo de una historia prestigiosa y un refinamiento poco común.
en 2014, la finca pasa a manos de la familia Daussun. Su ambición es clara: devolverle la vida a este patrimonio excepcional y al mismo tiempo aportar una dinámica moderna al viñedo. Gracias a importantes obras de reestructuración y a una apuesta por la agricultura ecológica, la Château del umbral se convirtió en uno de nuevo jugador importante vino en Provenza. la restauración de château, todavía en proceso, también ilustra el deseo de preservar y magnificar la historia local.
la familia Daussun combina respeto por el pasado y visión de futuro, infundiendo a la finca un espíritu de excelencia y autenticidad. Este sutil equilibrio entre tradición y modernidad hace que hoy Château del umbral una dirección esencial para todos los amantes de los grandes vinos de Provenza.
Un viñedo ecológico excepcional
Un terroir privilegiado para vinos expresivos
el viñedo de Château del umbral se extiende sobre las estribaciones de Trévaresse, dentro de la denominación Coteaux d'Aix-en-Provence. Bañada por el sol y bañada por el mistral, la finca se beneficia de un microclima propicio a la producción de vinos finos y equilibrados. Los suelos, principalmente arcillo-calcáreos y cascajosos, aportan estructura y frescura a los vinos, al tiempo que favorecen una hermosa complejidad aromática.
El dominio está certificado en agricultura organica, una elección fundamental para la familia Daussun. Este enfoque respeta no sólo el medio ambiente sino también la identidad del terruño. No se utilizan herbicidas ni productos químicos; Se favorece el trabajo del suelo, los tratamientos naturales y la observación cuidadosa de las vides. La conversión a orgánico, iniciada tras la adquisición en 2014, ilustra el compromiso de Château del umbral por una viticultura sostenible y responsable.
Dentro del viñedo, destacan las variedades de uva tradicionales de Provenza: Garnacha, Syrah, Cinsault y Mourvèdre para los tintos y rosados; Rolle, Sauvignon Blanc y Sémillon para los blancos. Esta diversidad permite elaborar añadas variadas, todas marcadas por un gran frescor y una bella expresión frutal. El viñedo, perfectamente integrado en su entorno natural, atestigua la voluntad de la finca de preservar la autenticidad de su terruño mirando decididamente hacia el futuro.
De la elaboración del vino a la crianza
La búsqueda constante de la excelencia.
en Château del umbral, la elaboración del vino se concibe como un arte de precisión. Las modernas instalaciones permiten el trabajo por gravedad, limitando las intervenciones mecánicas para preservar la integridad de la uva. Cada parcela se vinifica por separado para respetar al máximo su identidad y optimizar la expresión del terroir.
Las fermentaciones se realizan bajo control de temperatura para promover una extracción suave y preservar la frescura aromática. Para los tintos se practican largos encubados, aportando profundidad y estructura a los vinos. Los blancos y rosados se elaboran prestando gran atención a la pureza de la fruta y al equilibrio en boca.
La cría es un momento clave en la búsqueda de la excelencia en el ámbito. Dependiendo de la añada se puede elaborar en tinas de acero inoxidable para conservar la vivacidad de la fruta o en barricas de roble francés para aportar complejidad y redondez. Las barricas son cuidadosamente seleccionadas para proporcionar una notas de roble fino, sin enmascarar nunca la expresión natural del vino.
los vinos de Château del umbral son así reconocidos por su estilo preciso y elegante. Los tintos ofrecen una preciosa concentración aromática con notas de frutos negros, especias dulces y garriga, mientras que los blancos destacan por su frescura, finura floral y mineralidad. En cuanto a los rosados, auténticos embajadores de la Provenza, seducen por su delicia, su equilibrio y su gran bebibilidad. En resumen, cada añada expresa con sinceridad y refinamiento el alma del terroir provenzal.