La historia del Domaine des Aurelles
Basile y Caroline Saint Germain, una pareja apasionada
Basile y Caroline Saint Germain se hicieron cargo de la finca en 1995. Basile estudió enología en Burdeos, trabajó en Château Latour Luego se reunió con su esposa Caroline en Cognac. Desde la viticultura hasta la mezcla, aprenden todas las facetas de la profesión. Con Caroline, caen bajo el hechizo de las vides de Pezenas en Hérault, en las colinas de Villafranchian. Luego siguen un enfoque orgánico, sin herbicidas ni pesticidas. A medida que avanzan las añadas, las añadas se consolidan como referentes absolutos de la Languedoc. Basile es un enólogo exigente y perfeccionista, busca sobre todo el equilibrio entre el hombre, los ciclos de la naturaleza y la fragilidad del terroir. La pareja presta especial atención a cada detalle. Su exigencia y su gran pasión se encuentran en el viñedo, en la bodega e incluso en la copa.
El terruño del Domaine des Aurelles
Lo mejor de Languedoc
El viñedo se extiende sobre 9 hectáreas de viña, en la meseta de Nizas, muy cerca del Mediterráneo. La proximidad del mar y del macizo central aportan mucha frescura a las añadas. En el viñedo, la pareja trabaja con grandes estándares ecológicos sin fertilizantes, herbicidas ni pesticidas.
En la finca se cultivan cariñena, garnacha negra, mourvèdre y una pequeña cantidad de syrah. Las enredaderas se encuentran sobre guijarros enrollados y pedregal de basalto resultantes de flujos volcánicos. El suelo es rico en minerales: basalto. El dominio es experto en fitobiología : el estudio en profundidad de las plantas para evitar el uso de fertilizantes. El viñedo está certificado en biodinámico con un enfoque muy respetuoso con el medio ambiente. El viticultor practica pequeños rendimientos, cosecha manual, trabajo de la tierra a caballo y fermentaciones a baja temperatura. El objetivo es preservar la expresión más pura del terroir.
El estilo de los vinos
Solen y Aurel: 2 añadas excepcionales
En el sótano, las intervenciones se limitan al máximo. A la vendimia manual, en cajas, le sigue una selección antes de su transporte a bodega. Desde 2001, la uva se lleva a la bodega bioclimática hecha de piedras macizas. Los vinos envejecen durante años con pocos sulfitos dependiendo de las necesidades del vino. Todo se hace para producir vinos precisos y vivos que reflejen el terruño de Pezenas.
- Solén asociar el cariñena y el garnacha en una añada absolutamente seductora. Ardiente y delicioso, su mineralidad y profundidad se revelan maravillosamente tras varios años de crianza.
- aurel, el gran vino, merece absolutamente la pena guardarlo en la bodega. Mourvèdre, la mayoría, se expresa con elegancia, densidad y equilibrio absolutamente perfecto.
Las añadas han sobrevivido brillantemente a los años y nos deleitan al degustarlas.