La historia del Domaine Marc Kreydenweiss
La familia Kreydenweiss, libre y visionaria
el Domaine Marc Kreydenweiss Es ante todo una historia familiar, que ahora conoce sus orígenes. 13 generaciones de esto. Ya en el siglo XVIII, los miembros de la familia trabajaban el viñedo de Andlau, en Alsacia, además de explotar un molino por cuenta de la Abadía. La familia Gresser, propietaria en aquel momento, participó en numerosos concursos y obtuvo numerosos premios por la calidad de sus vinos.
En 1945, la hija deAlfred Gresser esposa René Kreydenweiss. Muy rápidamente, su interés por el trabajo en la viña y el desarrollo de la venta a particulares empezó a hacer avanzar el nombre. kreydenweiss, que marca el inicio de la transición. Su hijo, Marc, se hizo cargo de la finca en 1971. Este apasionado enólogo aportó mucho pensamiento y una visión vanguardista y visionaria a la expresión más pura de su terruño. Su ambición es sobre todo concentrarse en el desarrollo de su viñedo para producir uvas de calidad.
Muy rápidamente la cuestión de biodinámico se vuelve obvio. Junto con su hijo Manfred, Marc es uno de los primeros en dedicarse a los principios de la biodinámica en Alsacia. En 1989, Marc también participó en la creación de la denominación Grand Cru en la región.
En 1999, Marc tomó la decisión de fundar una nueva finca en Costières de Nîmes, en Languedoc, hoy bajo la dirección de Jean, uno de sus hijos. En 2008, Marc decidió instalarse íntegramente en el dominio del Languedoc y dejar que Antoine, uno de sus hijos, gestionara su primera cosecha.
En 2020, los vinos firmaron Marc Kreyden Weiss Definitivamente se elaboran únicamente con uvas de la finca.
La filosofía del Domaine Marc Kreydenweiss
Antoine Kreydenweiss, pasión ante todo
La ambición y vanguardia de la familia Kreydenweiss los sitúan hoy como un referente emblemático en la región. En efecto, este pequeño viñedo, representado por su decimotercera generación, cuenta hoy con tres Grandes Crus : Kastelberger, Wiebelsberg y Moenchberg. Las viñas se benefician de un microclima muy soleado y de una increíble diversidad geológica. Encontramos lutitas negras y azules, areniscas, arenas, margas y calizas. Combinados con un saber hacer ancestral transmitido de generación en generación y con un respeto total por el terruño, los vinos gozan de una reputación digna de los más grandes. El viñedo está plantado en un 80% en laderas, o semi-pendientes, y con orientación sur-sureste.
Cultura del viñedo en Domaine Marc Kreydenweiss
Marc Kreydenweiss, pionero de la biodinámica
Los vinos se elaboran según los principios de biodinámico. Si estas prácticas fueron propuestas en 1924 por Rudolf Steiner, fueron retomadas, entre otros, por Marc Kreyden Weiss a finales de los años 1980. La visión de estos apasionados viticultores es sobre todo trabajar la tierra con mimo y respetar al máximo su terruño. Armonía entre la tierra, la planta y su entorno. También se realizan producciones según ritmos terrestres y lunares con el objetivo de seguir el ritmo más natural posible de la vegetación. Los vinos de la finca son intensos, increíblemente vivos y ofrecen una paleta aromática impresionante.